Conclusiones

Como ocurrió en 2019, claros y oscuros se encuentran al contemplar las conclusiones del nuevo estudio realizado. Con los siguientes apuntes se tratarán de destacar algunas cuestiones que sobresalen con claridad.

Sigue existiendo un claro apoyo a que tanto alumnado como familias tengan una mayor representación en los consejos escolares en todos los centros, tanto públicos como privados concertados, pero no es así con relación al profesorado, que incluso desciende en los centros públicos. No se pueden valorar tendencias en los privados concertados al carecer de datos fiables del año 2019. También se mantiene como mayoritario el apoyo a que familias y docentes tengan la misma representación, y a que la igualdad se dé entre los tres sectores.

Es coherente que se pida una mayor representación de las familias y el alumnado en los consejos escolares con el hecho de que tengan poco éxito con las propuestas que presentan en su seno. Otra cuestión es si conseguir ese aumento podría incrementar el porcentaje de aprobación de éstas. Pero sí llama la atención el que en los centros privados el valor de quienes afirman que tampoco el profesorado consigue aprobar sus propuestas duplique al de quienes responden afirmativamente, lo que debe obedecer a que no es este órgano en el que el profesorado puede ejercer sus mayorías en esos centros, cosa que sí ocurre en los centros públicos.

Con relación a los consejos escolares, sus convocatorias se realizan mayoritariamente con tiempo insuficiente para poder prepararlos de manera correcta y los horarios en los que se convocan son claramente incompatibles con la participación de todas sus consejeras/os, a lo que debe añadirse que el envío de la documentación anexa a la convocatoria es deficiente, donde se sigue constatando que ni el envío del borrador del acta de la reunión anterior se envía mayoritariamente al convocar. Además, cada vez parece costar más que se incluyan puntos en el orden del día a propuesta de las asociaciones de madres y padres.

Por otra parte, aunque de forma muy insuficiente, son mayoría quienes afirman que los debates son democráticos en el seno de los consejos escolares, constatándose un significativo retroceso en el papel de las presidencias de los consejos (direcciones escolares) en cuanto a la garantía que éstas deben hacer de los derechos de todas las partes, siendo que, en calidad de funcionarios públicos, no se trata de una opción sino de una obligación legal. Esta visión negativa se visualiza también en los centros privados concertados, si bien en ellos es también una obligación ética y legal, pero no está ligada a la condición de ser funcionarios.

A pesar de lo anterior, ha mejorado ligeramente la búsqueda de consensos en los debates de los consejos escolares en los centros públicos, pero la realidad es muy negativa en los privados concertados. Sí están de acuerdo en todos los tipos de centro en que la transparencia informativa es muy mejorable, así como en que las directrices de la Administración educativa se debaten cada vez menos en estos órganos colegiados, creados para cumplir con el mandato de control y gestión de los centros sostenidos con fondos públicos que, en base a los datos obtenidos, se constata que no hacen en su inmensa mayoría.    

Por lo que respecta a los equipos directivos, se comprueba un importante retroceso en cuanto a facilitar la labor de las asociaciones de madres y padres en los centros públicos, así como el uso de sus instalaciones, a pesar de ser en ambos casos obligaciones legales que tienen estos equipos. También es negativa la visión sobre esta cuestión en los privados concertados, si bien no existe esa obligación sobre el uso de las instalaciones de titularidad privada. En cuanto a las instalaciones públicas, incluso hay retroceso en el uso de un local propio para la asociación. Y con respecto a la evaluación y rendición de cuentas, también altas cifras negativas, que aumentan significativamente en lo relativo a la falta de transparencia sobre los proyectos de dirección.

Las familias tienen una visión más positiva de la participación dentro de sus asociaciones. Con valores superiores a los obtenidos por el equipo directivo y más aún respecto del consejo escolar, el comportamiento democrático dentro de las asociaciones recibe un respaldo mayoritario. No obstante, se han sufrido retrocesos en los centros públicos en cuanto al tiempo de antelación de las convocatorias de reuniones y asambleas, así como al horario en el que éstas se realizan, sin que pueda vincularse con si esto es provocado por decisiones internas o como consecuencia de la utilización más dificultosa de los espacios que antes se ha comentado.

Mejorable también el envío previo de la documentación junto con las convocatorias que se realizan, donde se suelen incluir las propuestas que realizan las personas asociadas. En estas reuniones los debates son muy mayoritariamente democráticos, con presidencias que suelen actuar de forma adecuada y respetando los acuerdos adoptados, moderando de forma correcta la mayoría de los debates y buscando el consenso, aunque todo ello puede y debe mejorar. Debates que se producen en mayor medida en base a las propuestas de las personas asociadas que sobre las directrices de la Administración educativa. Por lo que respecta a la transparencia interna y hacia el exterior, los datos son positivos, aunque mejorables siempre. Y sobre la renovación de las juntas directivas, se ha producido un retroceso en los centros públicos en cuanto a respetar los tiempos fijados en los estatutos de las asociaciones.